Asunto: María de Villota. La Fórmula 1 se viste de luto
María de Villota. La Fórmula 1 se viste de luto
Publicado en octubre 29, 2013 por Toñi B.L.
María de Villota. Gran pérdida del mundo deportivo
Una información trágica sobresalta la mañana del 11 de octubre de este mismo año. La muerte de María de Villota conmueve a todos los españoles, especialmente a los amantes del deporte, del cual ella era partícipe activa dentro de mundo del motor y la competición como piloto de automovilismo en la Formula 1.
María de Villota Licenciada en Ciencias de la Actividad Física y Deporte, era responsable de la Escuela de Pilotos Emilio de Villota, representante y embajadora del día de la Mujer de la Comunidad de Madrid y embajadora contra la Violencia de Género. También fue galardonada con el Premio Honorífico de la Universidad Europea de Madrid (wikipedia).
El día 3 de Julio del 2012 sufre un grave accidente en el aeródromo de Duxford (Cambridgeshire, Reino Unido) realizando una pruebas de aerodinámica para su equipo, tras varias intervenciones quirúrgicas y sin un claro motivo de accidente es dada de alta meses después pero con un alto precio, el accidente se cobra el ojo**recho de la piloto y su muerte es muy probable haya sido el resultado de secuelas internas de dicho accidente.
“María nos ha dejado mientras dormía, sobre las 6am, como resultado de las heridas neurológicas que sufrió en julio del 2012, según nos ha explicado el forense”, reza un comunicado publicado por la familia de de Villota. “María nos dejó un claro mensaje de ilusión y esperanza, que nos está ayudando a toda la familia a continuar.”
El cielo de su destino
No ha sido posible localizar aún la hora de nacimiento para examinar su reloj astrológico con más precisión, pero aún así los cuerpos celestes ofrecen gran información sobre el tema que vamos a tratar.
María nació el día 13 de Enero de 1980 en Madrid;
Observemos su carta de nacimiento sin hora, situando la carta en hora solar, es decir, situando la hora en la cual el Sol se encuentra en el Ascendente, aunque me voy a limitar a extraer el significado tan sólo de los Planetas ya que para extraer una precisión total es necesaria la exactitud de su hora.
Velocidad, motor, competición, vehículos, conductores…son términos claros de la Formula 1, gran indicador es Marte-Jupiter, del cual ya hablamos en otro tema del accidente ferroviario, dónde la velocidad es el aliciente determinante.
El riesgo constante se hace notar pero si sumamos la gran cantidad de energía que desprende Plutón Cuadratura Sol, le sumamos aún más peligro dónde el control debe ser absoluto y total para no terminar en el asfalto. Y aunque para ello tiene una recepción mutua entre Saturno y Mercurio que aportan amplia capacidad de organización, estudio metódico y al detalle con mucho tesón y capacidad de trabajo, no han sido suficientes.
A esta conjunción le añadimos la cuadratura de Neptuno que desde el confiado sagitario nos ofrece un despiste o una falsa visión de la realidad cuando menos lo esperamos. Una ilusoria fantasía de conseguir sus anhelos se disfrazan de realidad factible.
Potente en peligros de accidente y en el extranjero, la conjunción Marte-Júpiter así lo anuncia, el temerario y lanzado Marte no tiene muy buena compañía, ya que aunque se trata de el Gran Benefactor, al estar en un mal estado celeste, le va a proporcionar un exceso de confianza, emitiendo su energía fuera de lugar y a destiempo, velocidades y desgracias, quizá viendo oportunidades dónde no las hay.
Posiblemente en su día a día, realizando trabajos o en situaciones cotidianas de su ámbito común afectando grave a la salud, al estar en Virgo. Por otro lado, con Saturno presente algo a cambio se va a cobrar tras el suceso, secuelas tan grandes que puede ser hasta su vida. Los dos maléficos están peregrinos siendo Cronos, el que devora a sus hijos, el que en esta ocasión se devore a esta persona (también hija –Sol en Capricornio) a través de la recepción mutua que tiene con Mercurio acompañado de aquello que se quiere llevar, su vida (Sol).
En su natal también podemos ver como lo que más la gusta (Venus) oculta cambios drásticos y rotundos, el placer por llevar los asuntos al límite (trino Plutón) trae algo tan fuerte y potente como es un Urano conjunto a Luna indigna partil en Escorpio cuadrando al planeta placentero al cual su dispositor le recibe en una situación pésima ofreciendo accidentes y operaciones.
Por otro lado, su Luna en Escorpio y una fuerte carga Mercurial, hacen muy posible publicaciones y escritos, de ahí su libro “La Vida es un Regalo” que tenía ya en puertas su presentación.
UN JUEGO DE RECEPCION MUTUA¡¡¡
No quiero dejar a un lado puesto que esta carta tiene unos grandes pesados comunicados entre sí por potentes energías. Una R.M. se genera cuando un planeta se encuentra en alguna de sus dignidades. Veamos las 3 grandes zonas de la carta;
Luna Conjunción Urano
Marte Conjunción Júpiter con Saturno presente en Signo
Sol Conjunción Mercurio
Como vemos están todos los planetas muy comunicados entre sí. Los cuales a parte de los aspectos que ratifican su función van a activarse unos a otros al recibir la fuerza de un activador funcionando como conjunciones, en este caso como Stellium por estar tanto planeta involucrado. Ahora veamos las recepciones;
Urano R.M. Venus por domicilio y exilio
Mercurio R.M a Saturno por domicilio
Mercurio R.M. a Saturno por exaltación y domicilio
Marte R.M a Mercurio por exaltación
Venus R.M a Saturno por caída y domicilio
Júpiter R.M a Mercurio por exilio y domicilio
Si observamos los integrantes, los maléficos son los que mejor estado celeste tienen, ya que juegan por exaltación o domicilio, y los benéficos juegan en mucha desventaja ya que reciben energías no favorables para su buen funcionamiento, como son la Caída y el exilio. A esto le sumamos el mal estado de la Luna que está en su Caída, conjunto a la fuerza de un transpersonal y aplicando a un maléfico Saturno y Júpiter que también está en exilio conjunto al otro maléfico, Marte al cual tambien aplica.
Un cóctel explosivo para un resultado a la altura de sus posibilidades.
Autor; María Antonia Bejarano
Toñi